Abstract
El lobby como instrumento de negociación no tiene más que una carga emotiva negativa del lenguaje; y ello particularmente en sociedades como la nuestra, donde a la política, la economía y a los negocios se los relaciona socialmente con inmoralidad y corrupción. Por ello, el objetivo de este trabajo es sentar las bases del contrato de lobby, al mismo tiempo que proyectar su reglamentación