Abstract
No existen fronteras, el delito ha entrado en la era de la globalización. Estamos en presencia de un fenómeno criminal a nivel global y no de un problema particular de cada país. Paralelamente al desarrollo tecnológico han aparecido —favorecidas por todas las ventajas que reporta internet—, nuevas modalidades comisivas, cuya característica principal es que tienen por medio o finalidad los sistemas informáticos. Los principales delitos existentes en el ciberespacio son llevados a cabo a fin de obtener, directa o indirectamente, un beneficio de carácter patrimonial y su principal exponente son los ciberfraudes.
Por otra parte, la Convención de Budapest sobre la Cibercriminalidad es el único instrumento internacional jurídicamente vinculante que otorga carácter prioritario a la elaboración de políticas penales contra la ciberdelincuencia.