Abstract
¿Y la respuesta?
¿Qué quieres que te diga? – me reclamas con ojos rojos que delatan un llorar previo.
“esta reunión no es otra de nuestras charlas de café” pienso mientras me preparo para
tus próximas palabras.
- ¿Qué siempre que te alejas, pienso en ti? ¿Qué te extraño como jamás extrañe a nadie?
Eso quieres, ¿no? Quieres que te de todo mi ser, para que puedas romperme. –me dan
ganas de interrumpirte diciendo que me rompes con cada lagrima que cae, pero dejo
que sigas. - ¿quieres que yo me arriesgue por ti sin que me des nada a cambio? ¿Quieres
que me exponga como ya lo he hecho, para que otra vez me demuestren el precio de
dar el corazón a alguien que no lo merece? No, esta vez, esperaré a que tú des el primer
paso. Esperaré a que me demuestres que no me romperás. Así que no, no te diré que te
extraño- cierras tu boca, pero siento tu corazón abierto más que nunca.
Y así, el café frio en la mesa me señala que tengo que decirte algo, pero solo logro
empezar con un: ¿Qué quieres que te diga?