dc.description.abstract | El trueno, el espejo y el teléfono
“La noche se ve más oscura a través del parabrisas escarchado” pensó Paula.
En la radio sonaba un lento “retro” de los 80, “Heaven”. El pronóstico anunciaba una tormenta y el cielo sin estrellas, también. Cada tanto un relámpago iluminaba el desolado camino de tierra y las gotas de lluvia, ahogaban la polvareda que levantaba el viejo Fairlane.
Resonaban las palabras de Angélica al teléfono, se repetían en su cabeza una y otra vez como ecos, intentaban escapar sin éxito, como una mosca atrapada en la telaraña. Las lágrimas incesantes no lograban aliviar la opresión en su pecho y gritó, gritó hasta callar.
Entre sus dedos se consumían los cigarrillos, uno tras otro, y el humo espeso se mezclaba con recuerdos insistentes, que anclados en sus pensamientos se convertían en fotos sepia, pedacitos de vida que pasaron y que no volverán.
De repente, un trueno irrumpió en el silencio, sus pies descalzos saltaron alborotados, sus cabellos enmarañados se reflejaron en el espejo como un espectro, se lavó la cara, abrió los ojos. Sonó el teléfono. | es |