dc.description.abstract | ‘Redención’.
Era una noche como cualquier otra, quizá algo más bochornosa. Tenía en la boca un chicle y fumaba con ansiedad, a ver si así lograba enmascarar aquel sabor acre del último cliente. A lo mejor la noche daba para otro, ¿quién sabe?, en estas fechas siempre hay tantos solos: insomnes que no toleran su soledad.
De entre las penumbras brotó una figura alta -como ella, a pesar de sus stilettos-, bien parecido, que la miraba desde el azul profundo de sus ojos. Casi se le enterneció el corazón ante aquella mirada. Luego de detenerse en sus ojos un momento, le dijo: “¿Cuánto cuesta tu amor?”.
Por la mirada franca y el tono de voz amable, entendió que no se trataba de un doble sentido. Y se quedó muda, como jamás le había pasado a ella, la verborrágica; nunca se había sentido tan traspasada, tan fuertemente tocada por una pregunta. Entreabrió los labios y el cigarrillo quedó casi suspendido en el aire, preso del mismo estupor de su dueña. Pero no logró articular una palabra: apenas un leve ronquido, que más sonaba a súplica que a respuesta.
“Mirá, dentro de una semana nacerá uno que entregó toda su Sangre por vos”. Y le tendió una foto de una madre sentada, el rostro apoyado en una de sus palmas, contemplando extasiada a un bebé que dormía apaciblemente. Sin saber por qué giró la foto, y se encontró una leyenda escrita con trazos fuertes: ‘No te dejés vencer por el mal, antes bien, vencé al mal con el bien’.
Dos gruesas gotas corrieron su rímel, dejando dos surcos negros. Fue la primera vez en su vida que entendió una palabra que había aprendido de chiquita en la Iglesia de su pueblo: ‘redención’. | es |