Show simple item record

dc.contributor.authorManzilla, Celeste.
dc.date.accessioned2023-05-30T20:00:36Z
dc.date.available2023-05-30T20:00:36Z
dc.date.issued2023-05
dc.identifier.urihttps://riu.austral.edu.ar/handle/123456789/2177
dc.description.abstractTierra Tres de julio del año dos mil ochenta y tres. Otra mañana donde tenues rayos de luz ingresan por las pequeñas y sucias ventanas de mi base. En los marcos de las ventanas, pequeñas estalactitas brillan a la luz como luces de navidad. El frío se ha apoderado hace días del norte marciano. Hace cuarenta y siete años Marte a pasado a ser mi nuevo hogar. Un día más cara a cara con la soledad, sentada en el borde de la cama, pienso en que no me queda mucho tiempo. Mi arrugado reflejo en el espejo del armario metálico muestra una olvidada antigüedad. Busco uno de mis trajes y comienzo a vestirme. Lentamente, mis débiles dedos cierran y abrochan cada parte de la pieza, con enorme esfuerzo. Mientras me visto, observo fijamente el fondo del armario y veo una pequeña foto, desteñida por el tiempo. La tomo en mis manos y leo la fecha: diecinueve de diciembre del año dos mil veintidós. En la foto estoy yo, en mi hogar, en el sur, observando el coloreado firmamento de una tarde de fines de la primavera, sentada al borde del lago. Es una ventana a mil memorias que desfilan por delante de mis ojos como si de una película se tratara. De repente me encuentro dentro de uno de aquellos recuerdos: estoy yo junto a mi hermano, saliendo desde el aeropuerto de la ciudad de las luces, allá en el sur de Argentina. Es una tarde de verano, el sol se esconde detrás de las montañas y los colores anaranjados del atardecer pintan todo. Escuchamos música a todo volumen mientras andamos por la ruta. Pienso en que me espera es el más mágico de todos los lugares del mundo, el lago, con los colores y las estrellas de mi mano, yo en el agua gélida, viendo mis pies flotar, para siempre, ahí. El llamado del timbre a la puerta me devuelve a mi aburrida realidad. Observo antes de dirigirme a la puerta el cielo por la pequeña ventana de mi habitación en busca de la Tierra, aquel lugar que me hizo tan feliz. La encuentro, allá está, un punto azul, brillante, a lo lejos. Me dirijo hacia la puerta. Un mensajero de traje amarillo sostiene un paquete envuelto en un papel metálico brillante, lo tomo en mis manos y leo desde que rincón de la Vía Láctea lo envían: Planeta Tierra.es
dc.language.isoeses
dc.publisherBiblioteca FCBes
dc.rightsAttribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Internacional*
dc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/*
dc.subjectLiteratura.es
dc.subjectMicrorrelatos.es
dc.titleTierraes
dc.typeOtheres


Files in this item

Thumbnail
Thumbnail

This item appears in the following Collection(s)

Show simple item record

Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Internacional
Except where otherwise noted, this item's license is described as Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Internacional